La Ley de Arrendamientos dicta que el inquilino se tiene que hacer cargo del mantenimiento y de las pequeñas reparaciones.
El mantenimiento es conservar, cuidar con el fin de garantizar su durabilidad y funcionamiento.
Las pequeñas reparaciones se entienden como aquellas que su valor no superen aproximadamente los 175€.
Se incluye todo aquello que usamos diariamente como bombillas, lámparas, persianas, electrodomésticos……
Para que una reparación vaya a cargo del inquilino tiene que existir el desgaste producido por su uso cotidiano, y que sea una pequeña reparación.