En los arrendamientos para uso distinto de viviendas la ley permite subarrendar total o parcialmente el local sin necesidad expresa del arrendador, siempre y cuando, no se diga lo contrario en el contrato. Esto permite ahorrar costes al inquilino. Puede repartir el coste de la renta, de los suministros y del mantenimiento. Tú como propietario tienes derecho a aumentar la renta un 10% si es un subarriendo parcial, y un 20% si es total. Te tienen que comunicar en el plazo de un mes desde que se hubiera concretado.
Coexisten dos contratos: el inicial que firmaste con tú inquilino, y un segundo entre tú inquilino y el subarrendatario.
El subarrendatario tiene la obligación de respetar lo que pactasteis con tú inquilino. Cuando el contrato finaliza, se extingue también el contrato con el subarrendatario.
En el supuesto de impago y/o desperfectos tú se lo tienes que reclamar a tú inquilino que es con quién pactaste. Si tú inquilino no se responsabiliza podrás reclamárselo al subarrendatario simultáneamente.