Si tu inquilin@ ha cambiado la cerradura está en todo su derecho a hacerlo.
No puedes prohibirle cambiar la cerradura. Tu inquilin@ tiene derecho a proteger su seguridad y también su intimidad.
La ley de arrendamientos te permite acceder a la vivienda para la inspección y comprobación de obras o reparaciones que afecten a la vivienda así mismo a operari@s mandados por ti. Aunque por supuesto previa cita, no por sorpresa. Sí que le puedes exigir a tú inquilin@ que el cambio de cerradura sea igual o de similar calidad a la que sustituyó.