Un contrato de alquiler puede tener la duración que se quiera. Pueden ser de 3 meses, 15 meses, 24 meses… es lo que se acuerde entre ambas partes. Cuando se firma un contrato de vivienda habitual a pesar de haber firmado por ejemplo por 6 meses el inquilino tiene derecho a permanecer en el piso durante un plazo mínimo de tres años si cumple con todas sus obligaciones. Una vez cumplidos esos 6 meses el contrato se prorroga automáticamente.