Es importante conocer qué tipo de superficie nos están hablando en una operación de un inmueble. Tendremos que tener claro los tipos de superficie que hay.
Superficie útil: Es la superficie neta de todas las estancias que conforma un inmueble, es decir, toda aquella superficie interna que puedes pisar, incluyendo armarios.
Superficie construida: Se incluyen todos los metros cuadrados que están dentro del parámetro del inmueble incluido paredes, y la mitad de las medianeras. También se contabiliza el 50% de los balcones. En el caso de terrazas si la superficie de la terraza es menor al 15% de la superficie de la vivienda, se sumará el 50% de su superficie a la de la vivienda. Si la terraza es mayor al 15% de la superficie de la vivienda, se sumará entre el 15% y 20% a la de la vivienda.
Superficie construida con elementos comunes: Incluye la superficie construida y la parte proporcional de los elementos comunes del edificio: vestíbulo, escalera…
La superficie habitual que se utiliza en las operaciones inmobiliarias es la superficie construida.