Durante la duración del contrato de arrendamiento, éste puede sufrir diferentes modificaciones, por ejemplo, que uno de los inquilinos se vaya y le sustituya otro.
No hemos de modificar el contrato original.
Hay que redactar un anexo conforme el inquilino se va y otro anexo conforme entra otro. Se especifica que no se modifica nada del contrato original exceptuando esa salida de un inquilino y la entrada de uno nuevo.
Todas las partes han de firmar este anexo, tanto los inquilinos originales como los nuevos.
Previamente es necesario la autorización de la propiedad por parte del nuevo inquilino.
Esta circunstancia es bastante habitual en pisos compartidos o también puede darse por separación.