Si deseas comprar una vivienda como inversión antes de todo estudia la rentabilidad que te pueden generar dichas rentas.
El procedimiento es estimar los gastos y cobros futuros. Una fórmula simplificada para calcularla es tener claro estos tres conceptos:
- Inversión: Precio de compra del inmueble y añadir todos los gastos que le acompañan como son los gastos notariales, inscripción registro de la propiedad, impuestos. Obras de mejora, hipoteca, si las hay.
- Gastos: gastos de comunidad, IBI, reparaciones, seguros
- Ingresos: Cobros del alquiler.
La fórmula: Ingresos anuales – gastos anuales ÷ inversión total = Rentabilidad
En vivienda habitual en el mundo inmobiliario el rendimiento es entre 4-6%.
La inversión va asociada al riesgo. Algunos sostienen que mayor rentabilidad, mayor riesgo. Otros consideran que puede pasar lo contrario.
La recomendación es estudiar bien cuánto dinero vamos a destinar a esta vivienda, el precio de alquiler que estableceremos. Análisis de la zona, si la renta es asequible para los habitantes del barrio, si hay demanda, la competencia…Los riesgos que nos podemos encontrar son: pérdidas en el caso de impago, intervalos de tiempo desocupado, destrozos.