Al formalizar la compraventa, el comprador, sea residente o no, está obligado a retenerte del precio de venta un 3%. Esta retención supone un adelanto de lo que tendrás que tributar como vendedor de la ganancia patrimonial obtenida.
El comprador tiene que ingresar este 3% a la Agencia Tributaria.
Es muy probable que te retengan también del precio de venta la plusvalía municipal, impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos urbanos de naturaleza urbana.