Has heredado un inmueble que se encuentra en un estado de conservación malo. No tienes dinero para reformarlo. Decides ponerlo a la venta a un precio equiparado a su estado de conservación.
Para evitar problemas lo más prudente es contratar a un arquitecto que te haga un informe, o presentar el informe de la Inspección Técnica de Edificios si el edificio tiene más de 45 años en la que se comprueba las condiciones de seguridad, estabilidad y consolidación del edificio.
Recuerda que te pueden reclamar por vicios ocultos. Sé cauteloso. Este informe realizado lo adjuntas al contrato de arras.
O bien, si no tienes dudas que las deficiencias del inmueble todas ellas son visibles y que no comportan deficiencias a la estabilidad del edificio y /o riesgo a las personas hazlo constar en el contrato de arras y escritura que el comprador conoce el estado físico del inmueble, y manifiesta que se encuentra a su entera conformidad, y acepta su estado.